Afiliación a la Cruzada Eucarística
Un niño se convierte en Cruzado en el momento en que pronuncia un compromiso personal y libre de ser fiel a la práctica de ciertas obras de piedad y apostolado, las cuales varían dependiendo de la edad y el fervor de cada niño.
Es por esto que existen tres grados distintos en la Cruzada Eucarística:
1- El (la) Paje se compromete a:
- Rezar al despertar el acto de ofrecimiento del día y las oraciones de la mañana.
- Rezar todos los días sus oraciones de la noche y anotar sus buenas obras en la planilla de recuento del “Tesoro”.
2- El Cruzado(a), además de los compromisos del Paje, se compromete a:
- Rezar diariamente por lo menos dos decenas del Rosario.
- Comulgar todos los domingos.
- Hacer un sacrificio todos los días.
- Luchar contra su defecto dominante.
- Confesarse al menos una vez por mes.
3- El Caballero (o la Conquistadora de Cristo), además de los compromisos del Cruzado(a), se compromete a:
- Rezar el Rosario diariamente.
- Comulgar espiritualmente todos los días o visitar al Santísimo Sacramento, si le es posible.
- Realizar diariamente una meditación de quince minutos.
- Confesarse cada quince días.
Los compromisos de los niños en cada uno de los distintos grados se llevan a cabo según una ceremonia específica, propia de la Cruzada Eucarística. (Los compromisos no obligan bajo pena de pecado mortal, como sucede con los votos o promesas).
Los compromisos son precedidos por un período de prueba cuya duración se deja al criterio de los Capellanes a cargo de los niños. Aunque son definitivos, para mantener viva la llama del fervor y la generosidad de los Cruzados, se deben renovar todos los años.
Si el Capellán da su autorización, un niño puede comprometerse como Cruzado sin haber sido antes Paje. Sin embargo, no se podrán comprometer como Caballeros (o Conquistadoras) sin haber sido antes Cruzados por algún tiempo.
Durante su ceremonia de toma de compromiso, cada niño recibirá como testimonio de su ingreso la insignia de su grado en la Cruzada Eucarística para Niños.
